La buena alimentación no solo tiene que ver con la cantidad y el tipo de alimentos que se ingiere, sino también que sean seguros con respecto a la higiene y salubridad.
Las personas más susceptibles a adquirir enfermedades de este tipo son: los niños, las embarazadas, las personas de edad avanzada y aquellos inmuno-deprimidos (con defensas bajas).
Muchos errores que se cometen en la preparación de las comidas son:
- La falta de una correcta higiene de manos, mesada y utensilios antes y durante la preparación. Es importante también mantener las uñas cortas y limpias si no se van a emplear guantes.
- La incorrecta cocción de carnes y huevos, que puede producir enfermedades gastrointestinales, como diarreas, vómitos, intoxicación.
- Una inadecuada conservación en la heladera puede producir “contaminación cruzada”, o sea, un alimento crudo contaminado puede alterar a otros alimentos cocidos si existe contacto directo, o por goteo de carnes crudas sobre otros alimentos que luego no van a necesitar cocción.
- El contacto con animales domésticos sin la posterior higiene de las manos puede producir también cuadros gastrointestinales, alergia, etc.
- La higiene luego de ir al baño debe ser con agua y jabón. A esto se debe acostumbrar a los niños desde edades muy tempranas.
- La limpieza de la mesada es muy importante, ya que allí pueden multiplicarse los gérmenes y contaminar toda la cocina, cubiertos, tablas, etc. Una forma de evitarlo sería enjuagando la mesada con agua y lavandina, al igual que el piso y cerámicos de la pared.
- Durante la cocción de alimentos, no se debe utilizar cubiertos en alimentos crudos que luego se vayan a usar en alimentos cocidos.
Algunos de los microorganismos que transmiten enfermedades son:
- las Salmonellas, transmitidas principalmente por el huevo crudo o mal cocido.
- La Escherichia Coli, que produce el Síndrome Urémico Hemolítico.
- El Toxoplasma Gondii, produce toxoplasmosis, que si es adquirido en el embarazo podría producir alteraciones en el feto, como malformaciones, parto prematuro, entre otras.
- Los estafilococos y estreptococos, por medio de alimentos ya contaminados por la ubre de la vaca (en la leche no pasteurizada) o de lesiones de la piel o infecciones purulentas de las personas que preparan alimentos y no son adecuadamente protegidas.
Si tenemos en cuenta todos estos aspectos, vamos a asegurarnos que los alimentos lleguen a la mesa en las mejores condiciones, permitiendo el óptimo estado de salud.
Gabriela Natalia Ávila
Lic. en Nutrición
MP 1965
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