
La prevención es la herramienta más confiable a la hora de reducir los riesgos de las enfermedades dentales.
Desde bebé es importante que se realicen este tipo de tareas. El primer consejo es higienizar las encías de los lactantes, ya desde antes de la dentición, con una gasa, eliminando de esta manera coágulos de leche y restos de alimentos.
Cuando aparece el primer diente y en adelante, los padres deberán limpiar con cepillo de cerdas suaves, siendo necesario ayudar al menor hasta cuando este adquiera suficiente destreza y persistencia en dicha actividad.
En cuanto al dentífrico o pasta dental, en este momento de vida, se aplican cantidades mínimas e incluso al principio puede omitirse su uso.
Si bien una nutrición adecuada favorece una buena salud, no es determinante a la hora de prevenir. Los alimentos ricos en azucares o almidón sufren degradación ácida que actúa sobre el esmalte, a mayor consumo y mayor frecuencia de ingesta, mayor riesgo de caries dentales.
Por ello se recomienda:
No darle al bebé mamaderas para dormir y menos aún durante la noche.
Se sugiere que el niño tome mucha agua, en lo posible no azucarada.
En los casos de aquellos pequeños que usan chupete, se recomienda no agregar miel, azúcar u otros dulces.
La edad de consulta al odontólogo la determinaran los padres, pero es recomendable que a partir de la erupción de los elementos dentarios se considere la posibilidad de visitarlo a fin reducir riesgos y fortalecer acciones preventivas.
Lucas Arceguet, Odontólogo. Por consultas al profesional, fdn.net@gmail.com
Desde bebé es importante que se realicen este tipo de tareas. El primer consejo es higienizar las encías de los lactantes, ya desde antes de la dentición, con una gasa, eliminando de esta manera coágulos de leche y restos de alimentos.
Cuando aparece el primer diente y en adelante, los padres deberán limpiar con cepillo de cerdas suaves, siendo necesario ayudar al menor hasta cuando este adquiera suficiente destreza y persistencia en dicha actividad.
En cuanto al dentífrico o pasta dental, en este momento de vida, se aplican cantidades mínimas e incluso al principio puede omitirse su uso.
Si bien una nutrición adecuada favorece una buena salud, no es determinante a la hora de prevenir. Los alimentos ricos en azucares o almidón sufren degradación ácida que actúa sobre el esmalte, a mayor consumo y mayor frecuencia de ingesta, mayor riesgo de caries dentales.
Por ello se recomienda:
No darle al bebé mamaderas para dormir y menos aún durante la noche.
Se sugiere que el niño tome mucha agua, en lo posible no azucarada.
En los casos de aquellos pequeños que usan chupete, se recomienda no agregar miel, azúcar u otros dulces.
La edad de consulta al odontólogo la determinaran los padres, pero es recomendable que a partir de la erupción de los elementos dentarios se considere la posibilidad de visitarlo a fin reducir riesgos y fortalecer acciones preventivas.
Lucas Arceguet, Odontólogo. Por consultas al profesional, fdn.net@gmail.com
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